Una de las instancias que más valoran y esperan hoy, los residentes del Hogar María Inmaculada son los voluntariados. Este tipo de actividades los hacen sentir más integrados, acompañados y alegran su estadía en el Hogar, ubicado en la ciudad de Casablanca, Región de Valparaíso.

Bajo este contexto, la Directora Técnica Administrativa del Hogar, Maritza Álvarez, gestionó dos operativos de voluntariado con funcionarios de la Municipalidad de Casablanca, que por primera vez participaron de manera directa, en una actividad con el Hogar. “Nos comunicamos con el municipio y tratamos de gestionar una conexión para hacer alguna actividad. Partió todo con conversaciones con la Asistente Social de la Municipalidad y ellos nos ofrecieron hacer distintas actividades que concretamos finalmente con dos operativos, uno de limpieza y otro de pintura del Hogar”, señala la DTA.

Estos operativos se llevaron a cabo en dos jornadas de trabajo. La primera, se hizo a fines de marzo, donde un grupo de funcionarios de la municipalidad, realizaron una profunda limpieza en el exterior del Hogar, específicamente en los patios y sectores donde los residentes realizan actividades al aire libre. En una segunda jornada, los voluntarios pintaron el interior del Hogar e hicieron algunos trabajos de mantención.

Maritza Álvarez señala que el éxito de estas actividades radica en el vínculo que cada voluntario logra crear con los residentes, lo que los insta a mantener un compromiso con ellos y la Fundación. “Esta es la primera actividad que el municipio realiza como tal con el Hogar. Anteriormente habían realizado la donación de útiles de aseo y tortas para el día del adulto mayor, pero ahora contamos con un compromiso establecido para todas las Navidades y tenemos planeado para más adelante, actividades que tengan que ver con la interacción con los residentes”.

“Muchos de ellos están solos y necesitan ser acompañados. Gracias a estas actividades, se han dado cuenta que de a poco, han ido recuperando la compañía que perdieron a causa de la pandemia. Hoy el sentir de ellos es positivo y por sobre todo lleno de agradecimiento”, agregó.

En Fundación Las Rosas cuidamos a los adultos mayores bajo cinco pilares:  Acoger, Alimentar, Acompañar en la Salud, Acompañar en el encuentro con el Señor y Mantenerlos integrados a la familia y a la sociedad en forma digna y activa.