Testimonio Madrina FLR: «Esto es un Regalo de Dios» – Fundación Las Rosas

Testimonio Madrina FLR: «Esto es un Regalo de Dios»

Claudia Fricke, Madrina Hogar San Carlos en Recoleta

Apadrinar el Hogar San Carlos es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Pura ganancia, una fuente de inmensa alegría poder aportar un granito de arena y recibir tanto cariño de las residentes, de las religiosas y colaboradoras. Un regalo de Dios el habernos traído a Fundación las Rosas y darnos la posibilidad de ayudar a quienes tanto lo necesitan. 

Conocimos la Fundación hace 16 años, a través de un integrante del Directorio. Él nos propuso apadrinar un Hogar y aceptamos felices sin dimensionar en lo que nos metíamos… un amor para toda la vida. Lo vimos como una invitación de Dios, algo que nos uniría como matrimonio y familia y así ha sido. Han pasado muchos años, muchas residentes queridas que ya no están, pero que han dejado un precioso recuerdo y ejemplo de sus vidas, que atesoramos. Muchas anécdotas simpáticas, pero sobre todo momentos profundos como consolar en el dolor o acompañar a morir. Esos momentos son imposibles de dimensionar… sólo agradecer.

Cómo no recordar a tantas religiosas, Canonesas de la Cruz, que dejan su querido Perú para venir a cuidar, como verdaderos ángeles a las personas mayores. Todas han dejado su huella y el cariño permanece. También las colaboradoras son un tremendo ejemplo para mí.  Su trabajo es mucho más que un trabajo a secas, es un trabajo de amor sirviendo a Cristo. Por eso en el Hogar se respira un clima especial de paz y cariño. Y cómo no mencionar a tantas voluntarias y voluntarios que han ayudado al Hogar en todos estos años, a través de distintas actividades e iniciativas que hemos realizado para apoyar y animar a las queridas residentes: paseos, picnic; todos los años llevarlas a la Procesión de la Virgen del Carmen, a la biblioteca, tardes de cuentacuentos, talleres de oración o el apoyo en la recolección de alimentos en La Vega Central, con ayuda de la Fundación Alimentando a Cristo y tantas otras actividades, en estos hermosos años de servicio.

Nada sería posible sin la ayuda de tantos amigos del Hogar San Carlos, en Recoleta. Ojalá muchos se animaran a ser parte de Fundación las Rosas. Estar aquí es realmente la “Antesala del Cielo”, un cable a tierra a lo verdaderamente valioso. Y sin duda una fuente de enorme gozo y alegría en lo profundo del alma.

Claudia Fricke, Madrina Hogar San Carlos en Recoleta