Rehabilitación – Fundación Las Rosas

Rehabilitación y funcionalidad en personas mayores

Antonella Grossi, Supervisora de Rehabilitación y Funcionalidad de Fundación Las Rosas.

¿Cuál es la importancia de hacer actividad física, dependiendo de la edad y la funcionalidad de las personas mayores?

Es totalmente recomendable que las personas mayores realicen actividades de tipo recreativas y/o ocupacionales, las cuales son muy beneficiosas porque les permiten mayor autonomía física y psicológica, potenciando la sociabilidad y aumentando la capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
Entre los tipos de actividad física recomendada está las caminatas, el baile, deportes de baja exigencia, incluso tareas domésticas, juegos y actividades recreativas con la familia y en la comunidad.
La edad no es impedimento para realizar actividad física y si la persona mayor presenta pérdida de la funcionalidad, es decir incapacidad para movilizarse por sí mismo, puede ser asistida por un profesional de salud o su cuidador en un programa de movilización pasiva o activo-asistida.

¿Cuál es la importancia de mantenerse activos y en contacto con otras personas mayores y con su familia?

La autonomía es un derecho, por lo que se debe promover que sigan realizando las actividades habituales, se sientan parte de la sociedad y se mantengan no sólo en contacto con otras personas mayores sino también con otros grupos etarios, ya que con su experiencia pueden transmitir enseñanzas a las nuevas generaciones.
Idealmente, la familia debe estar siempre presente en la vida de las personas mayores, entendiendo que la vejez no es una enfermedad.

¿Qué pasa cuando una persona mayor comienza a olvidar ciertas cosas o no reconoce a las personas?, ¿cómo enfrentarnos a ese momento?

Cuando una persona mayor comienza a olvidar situaciones, conversaciones o hechos, puede deberse a una descompensación a raíz de una patología crónica o un cuadro agudo infeccioso. Sin embargo, que olvide o no reconozca a las personas que son parte de su rutina diaria puede ser un indicador de algún tipo de Demencia (entre ellas, el Alzheimer). Esto impacta directamente a la familia y a su cuidador principal, por lo que es recomendable en estos casos consultar a un especialista, como un médico Geriatra. Los profesionales de la salud podrán explicarle a la familia en qué consiste la enfermedad y cuál es su evolución.
Cada persona es única, por lo que la evolución de la enfermedad, en este caso la demencia, va a depender de muchos factores. Lo importante es que la persona mayor no se aísle y se mantenga incorporada a la vida familiar, que sienta que sus opiniones son respetadas y que sea tratada con dignidad.